Liberación fascial
Adiós tensiones, hola movilidad
¿Sufres de tensiones musculares, dolores crónicos o limitación en tu movilidad?
Imagina un cuerpo libre de restricciones, flexible y lleno de energía. Con la liberación miofascial, esa visión se convierte en realidad.

La fascia: el secreto de tu bienestar
Tu cuerpo es una maravilla de ingeniería, una compleja red de tejidos que trabajan en armonía. En el centro de esta red se encuentra la fascia, un tejido conectivo que envuelve músculos, huesos, articulaciones, órganos y vasos sanguíneos, proporcionando soporte, protección y forma.
Cuando nos duele algo, la musculatura se tensa y olvida su capacidad de relajarse. Esa tensión en los tejidos impide su correcta oxigenación y empeora su troficidad, lo que lleva al cuerpo a un estado de agotamiento y mayor tensión.
Con el tiempo, esta tensión genera adherencias en la fascia, creando restricciones que:
- Limitaciones: Impiden la transmisión fluida de las fuerzas a través del cuerpo.
- Rigidez: Dificultan el movimiento natural y la fluidez entre las estructuras.
- Descompensaciones: Alteran los patrones de movimiento globales, forzando a otras partes del cuerpo a compensar las restricciones locales.
La liberación fascial se trabaja sobre la estructura global del cuerpo para aliviar el dolor, utilizando unas esferas de diferentes formas, tamaños y densidades , o churros de piscina, o tacos de foam, entre otros utensilios.
Beneficios
Descubre el poder de la liberación fascial
Beneficios que te inspirarán
- Adiós al dolor: Alivio de dolores musculares, articulares y de cabeza.
- Mayor movilidad: Recupera la flexibilidad y el rango de movimiento.
- Más energía: Mejora la oxigenación de los tejidos, combatiendo el agotamiento.
- Bienestar general: Reduce el estrés y mejora la calidad de vida.
- Síndrome de Dolor Miofascial (SDM).
- Fascitis plantar.
- Dolores de espalda (lumbalgia, cervicalgia, dorsalgia).
- Dolores articulares (rodilla, hombro, cadera).
- Tendinitis.
- Fibromialgia.
- Cicatrices y adherencias postquirúrgicas o postraumáticas.
- Dolores de cabeza por bruxismo.
- Estrés crónico.
